Sobre el rápido avance de la tecnología

Escrito por el , actualizado el .
opinion planeta-codigo
Enlace permanente Comentarios

La tecnología en un periodo tan corto como un año avanza significativamente, una buena decisión es comprar un producto cuando realmente lo necesitemos o suponga una mejora notable en las posibilidades que nos ofrece respecto a lo que ya poseemos.

El mundo de la tecnología avanza muy rápido, las mejoras son constantes y en el tiempo de pocos meses o un año los dispositivos son notablemente más capaces generalmente manteniendo o incluso a un pequeño menor precio. Los procesadores, las tarjetas gráficas, la cantidad de memoria RAM, la capacidad de los discos duros, los discos de estado sólido es raro que cada año no tengan nuevas generaciones que prometen más rendimiento en los ordenadores personales. Más recientemente los teléfonos inteligentes con una cantidad de memoria RAM mayor que no hace tanto tenían los ordenadores personales, quizá en no mucho tiempo puedan sustituir en muchas tareas para la mayoría de usuarios a los PC con la convergencia que baticino será la siguiente disrupción tecnológica, los televisores con capacidad de obtener contenidos de internet y que próximamente veremos con una resolución 4K y en un futuro con 8K cuando aún algunas cadenas de televisión no emiten aún ni en verdadera resolución 1080p, el ancho de banda de internet que aún no se quien puede necesitar 300 Mbps simétricos en el hogar pero que ya se ofrecen, …

Mucha gente cambia de smartphone pagando un precio considerable entre los 600 y 800 € en la gama alta en el plazo de un año para tener la última edición aún cuando el que tienen les puede servir perfectamente. Muchas empresas dan soporte a sus productos durante muy poco tiempo con lo que impide a sus usuarios instalar las últimas versiones de software como es el caso de Android y su conocida fragmentación dado que incluso los teléfonos con el sello de Google en dos años dejan de tener actualizaciones o en el caso de los controladores en el caso del sistema operativo Windows que no todos funcionan en las nuevas versiones y cierto hardware queda abandonado. Los productos se quedan obsoletos aún cuando siguen siendo perfectamente capaces y aún no siendo lo último siguen siendo útiles. Otro ejemplo se da en los juegos donde muchos de los nuevos títulos tiene unos requisitos que para jugarlos a una calidad gráfica notable requieren de una de las tarjetas gráficas de última generación, penúltima o poco más.

Lo anterior junto con la enorme cantidad de información o publicidad incitando a comprar hacen que muchas personas gasten su dinero en los nuevos productos. Las empresas de tecnología necesitan que los consumidores compren sus productos, en un exceso de consumismo, que en un periodo de meses o menos de un año quedan superados por nuevos productos más mejores y los predecesores se devalúan al mismo tiempo y así se continua este ciclo vicioso. Al menos en cuanto tecnología considero que hay que comprar algo cuando realmente nos vaya a ser útil ni antes ni mucho más tarde resistiendo el bombardeo de publicidad e información que incita a adquirir la innecesaria cara última novedad, cuando hagamos la compra el producto nos saldrá más barato o será más capaz. Esto tampoco significa que estemos constantemente esperando a un nuevo producto ya que en muchos acaba de salir una novedad y ya se está hablando de su sucesora a un año vista prometiendo mejoras.

Hoy en día hay personas que siguen divirtiéndose con sus consolas de varias décadas o con emuladores y juegos míticos que en cuanto a jugabilidad y ratos entretenidos no tienen nada que envidiar a algunos de los títulos y consolas actuales. También hay personas que con equipos antiguos o limitados como una Raspberry Pi y sus conocimientos son capaces de realizar proyectos interesantes.

Tener lo último en tecnología es efímero, nada que no sepa alguien con cierta edad, además de innecesario, exprime la mayor utilidad de lo que tengas, compra solo cuando sea necesario o la mejora sea realmente notable y no por capricho.


Comparte el artículo: